Está claro que en este mundo
occidental en el que vivimos hay cosas aceptadas socialmente y cosas que son
denominados tabú. Uno de estos temas es sin ninguna duda el sexo, en todos sus
aspectos y formas. Nos hemos educado en una sociedad en la cual desde hace
cientos de años el sexo o la sexualidad es un tema difícil de tratar entre
padres e hijos, ni siquiera entre parejas se habla de ello con total
naturalidad. Solo entre amigos y con los cuales tenemos mucha confianza somos capaces
de abrirnos y de contar nuestros problemas.
Después de leer el capítulo del libro
de Jaime Nubiola me he dado cuenta de dos cosas. La primera es que no estoy de
acuerdo en la gran parte de los temas tratados en este capítulo, y la segunda
es que desde mi opinión el principal problema que la sociedad occidental
tenemos con el sexo es la falta de educación y de información en la edad más
importante. Nos empezamos a interesar por estos nuevos temas y no tenemos a
nadie que nos guíe por la senda correcta, o por lo menos que nos informe y nos
diga lo que hay para que cada uno sea libre de hacer lo que crea conveniente. ¿Por
qué cuando empezamos a hablar todo el mundo nos dice las palabras que están
bien y que las palabrotas no hay que decirlas? ¿Por qué en el colegio nos dan
unas normas de educación y de comportamiento en grupo? ¿Por qué cuando
cumplimos 18 nos dan clases para aprender a conducir? Son preguntas que la
mayoría de la gente ni se plantea porque es lo “normal”. Lo mismo debería
ocurrir en la sexualidad. Uno de los temas más importantes en la vida del ser
humano y que tantos problemas o tantas alegrías nos puede dar.
Desde mi humilde opinión creo que
muchos problemas relacionados con abusos, abortos o violencia de género no
aparecerían. Porque estas tres cosas vienen muy de lejos. Que un chico pegue a
su novia no es una cosa del momento. Probablemente ese chaval se habrá educado
en una casa con violencia y lo considerará como algo normal. Sé que el sexo y
el respeto, en todo lo que ello conlleva, tienen una base social muy asentada,
pero algún día habrá que plantearse cambiarlo y no hacer leyes absurdas para
que el violador este más tiempo en una cárcel. Lo que hay que hacer es educar
bien desde pequeños para que estos problemas sean mínimos.
Y llegando a la violencia de género,
tampoco estoy de acuerdo con que su principal motivo sea el alcohol. Está claro
que los jóvenes de nuestra generación bebemos mucho más de lo que deberíamos.
Pero no creo que una persona que pega a su pareja pueda echar la culpa al
alcohol. Eso viene de mucho más lejos. Nadie que respeta a las mujeres creo que
pueda ser capaz de pegar una paliza a su pareja solo por llevar dos cubatas de
más. Esa persona podría ser capaz de hacerlo también sin haber bebido.
Creo que el sexo y la sexualidad es
un aspecto muy importante en nuestra vida, y por ello lo debemos tratar con
mucha más naturalidad. Es un acto natural y necesario para que la especie no se
extinga. Parece que hoy en día es mejor la violencia que vivimos en las calles
que el sexo. Es lo más natural ver una pelea en la calle o ir al cine y ver
miles de muertes pero luego nos escandalizamos cuando vamos a una playa
nudista. Deberíamos abrir un poco más nuestra mente y si vivimos en el siglo
XXI que sea para todo. No tener la misma mentalidad que nuestros abuelos.
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